El periódico El Mundo en su sección Crónica dedica un reportaje al caso de mayor indemnización por error médico durante el parto.
“Aquel 23 de abril, el día que nació Álvaro (nombre figurado), Sant Jordi no estuvo de su lado. En esta historia la lanza no la blande el santo, sino sus padres y el abogado Rafael Martín Bueno.”
“Pero, igual que en la leyenda medieval, Sant Jordi ha vencido al dragón: tras más de una década de juicios, “de mentiras y palos en las ruedas, de testimonios de cuya imparcialidad el juez dudaba”, añade Martín Bueno, han conseguido que se condene a Sanitas a pagar la mayor indemnización de la historia por negligencia médica en España: 3,3 millones de euros”
“El letrado piensa además recurrir, a la espera de alcanzar los cinco millones y medio que demandaban, para “cubrir los daños y perjuicios acreditados, ni más ni menos. Las carpetas y carpetas de facturas pagadas por los padres, y las que tendrán que pagar en el futuro.””
“Con la indemnización buscan aliviar “la carga que supondrá para estos últimos tener que cuidar de Álvaro (nombre figurado) cuando los padres ya no estén”, explica el letrado.”
“Es un milagro, nos han puesto muchas trabas. Los padres de Álvaro son muy fuertes. Esto no todo el mundo lo aguanta.”, reflexiona Martín Bueno.
Narración de los hechos: «La mayor indemnización por un error médico en el parto»
“En un principio su estado era bueno, pero “una analítica realizada a las 10:30 de la mañana siguiente ya revelaba su anemización, indicio de que podía estar perdiendo sangre, y la placenta desprendiéndose. Esto podía suponer un problema tanto para ella como para el niño por falta de oxígeno”, describe Martín Bueno. La analítica se repitió al mediodía, “Pero nadie la examinó hasta las 18:00. Fue entonces cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando y se decidió realizar la cesárea.
Pero, además, la extracción del feto, en lugar de llevarse a cabo en los siguientes 10 minutos como es habitual, no se practicó hasta 50 minutos después. ¿No había ningún ginecólogo de guardia? ¿Dónde estaba?”, se pregunta el abogado. “Yo creo que ese día, quizás por la festividad, no había gente suficiente y se les pasó comparar las dos analíticas. Y el ginecólogo de guardia quizá no estaba donde tenía que estar.””
“ “Lo que Sanitas y Dexeus intentaron hacer creer desde el principio, faltando a la verdad, es que los daños eran consecuencia del daño prematuro”, detalla Martín Bueno. “Además, no nos aportaban la documentación que pedíamos, y en 2009 tuve que demandar a Dexeus para que me diera la historia clínica.”
Labor profesional
“El propio abogado de la familia explica que ha tenido que estudiar para saber de partos y poder hacer frente a este tipo de demandas. “ Hoy en día a mí no me la cuelan. Sé qué informe hay que pedir, sé dónde está. No sólo tengo que hacer de abogado, sino también de investigador privado y de pediatra.”
““Está claro que los médicos no quieren causar daños”, dice el abogado, “pero cuando suceden cosas así, hay que indemnizar.” Él espera que esta sentencia sirva para concienciar, “y a romper una barrera psicológica en los jueces que en ocasiones les impide establecer las indemnizaciones justas.””