Nexo de causalidad

¿Qué es el nexo de causalidad?

A la hora de probar una negligencia médica no es sólo suficiente con que haya una secuela demostrable, como ya explicamos en un post anterior, sino también hay que demostrar el nexo de causalidad.

¿Qué es el nexo de causalidad?

Es la relación entre una acción (o su omisión) y el daño causado. Es decir, una relación de causa-efecto entre lo que ha provocado el daño y las secuelas producidas.

Se trata de un elemento básico de la responsabilidad civil. Es imprescindible para que se determine dicha responsabilidad y, por tanto, se establezca el deber de indemnizar. Ha de tratarse de una certeza probatoria absoluta y no de conjeturas.

Asimismo, se asume que la causa de ese daño que se ha producido era previsible y evitable. Por ello, el responsable está obligado a reparar el daño.

¿Quién tiene que probarlo?

En la mayor parte de los casos es el perjudicado quien tiene que demostrar que existe el nexo causal. Tiene que aportar todas las pruebas que pueda para demostrar que existe una relación de causalidad entre la acción del acusado y las secuelas que padece.

Cuando se trata de casos de negligencias sanitarias es muy complicado demostrar este nexo por la multiplicidad de causas y la complejidad técnica de los supuestos.

Por ello, en muchos casos, los tribunales han aplicado doctrinas para facilitar esta prueba:

-Probabilidad cualificada: Argumenta que hay ocasiones en la que no es necesaria una certeza absoluta. Es suficiente con un juicio de probabilidad cualificada, que establece el juzgador.

-Facilidad probatoria:  Cuando las pruebas están en manos de una de las partes del litigio (en este caso del médico). Por tanto, es él quien tiene que demostrar que no existe el nexo de causalidad.

-Daño desproporcionado: Se denomina así cuando se considera que la secuela no se corresponde con el riesgo previsible.

¿Cómo puedo probarlo?

En primer lugar, tienes que poner a disposición de un abogado especializado toda la documentación que te solicite. La historia clínica, hojas de enfermería y otros documentos son fundamentales para poder probar que existe un error en la asistencia médica. Ya hemos explicado que es el paciente el que tiene que demostrar el nexo, por lo que se tiene que aportar toda la información posible para este fin.

Además, el tribunal valorará las pruebas periciales. Tendrá en cuenta la competencia profesional de los peritos, así como las circunstancias que hagan presumir su objetividad.

Por ello, se considera que se puede determinar una mala praxis en base a pruebas periciales. Estas tienen que estar realizadas por distintos profesionales médicos cuya objetividad no cabe cuestionar.

En este punto hay que recordar que un médico no tiene la obligación de resultados (de curar al paciente), sino de medios (hacer todo lo posible por el paciente.

En nuestro despacho contamos con peritos profesionales especializados en los complejos casos de negligencias médicas. Consulta tu caso con nosotros de manera gratuita.

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