encefalopatía hipóxico-isquémica

Qué es una encefalopatía hipóxico-isquémica

¿Qué es una encefalopatía hipóxico-isquémica? La encefalopatía hipóxico-isquémica señala una serie de síntomas derivados de la falta de oxígeno. Estos aparecen justo después del parto y que pueden derivar en secuelas permanentes. Se trata de una de las dolencias asociadas a la asfixia perinatal, distrés fetal o sufrimiento fetal, todas ellas relacionadas con la hipoxia de la que ya hablamos en su momento.

Es importante saber que cuando la encefalopatía hipóxico-isquémica se debe a la mala praxis sanitaria, las personas afectadas tienen derecho a reclamar una indemnización. En este sentido cabe recordar que la praxis sanitaria no se limita a un momento puntual, sino que incluye todo el proceso de previsión y posterior vigilancia, cuyo objetivo es evitar la hipoxia y, una vez ocurrida, reducir sus consecuencias.

Encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI): ¿Qué es y como reclamarla?

La Asociación Española de Pediatría (AEP) define la asfixia perinatal como la “agresión producida al feto o al recién nacido por la falta de oxígeno y/o la falta de una perfusión adecuada”. Entre las dolencias asociadas al “estado fetal no tranquilizador” se encuentran numerosos daños neurológicos, siendo la encefalopatía uno de ellos.

Sin embargo, la encefalopatía no siempre deriva del episodio de asfixia perinatal. En ocasiones puede provenir de otras causas, como un nacimiento prematuro o alteraciones cromosómicas.

Por eso se denomina encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) a aquella que aparece inmediatamente después del parto, asociada a un episodio de asfixia perinatal. Esta encefalopatía provoca menoscabos en las funciones motoras y reflejas del recién nacido.

Su nombre deriva de las causas que pueden provocar la privación de oxígeno en el neonato: hipoxemia arterial, isquemia cerebral o ambas simultáneamente.

Niveles de Clasificación de la encefalopatía hipóxico-isquémica

Para determinar la gravedad del estado del neonato resulta imprescindible la vigilancia durante sus primeros días de vida. De ahí que esta etapa sea determinante a la hora de iniciar reclamaciones por negligencia médica. El cuadro clínico de una EHI depende de su gravedad, que se clasifica en tres niveles distintos:

Encefalopatía Hipóxico-Isquémica Leve:

En su vertiente leve, la encefalopatía hipóxico-isquémica no presenta riesgos de mortalidad ni minusvalías, aunque entre un 6 % y un 24 % de los casos (siguiendo a la AEP) han presentado leves retrasos en el desarrollo psicomotor.

Encefalopatía Hipóxico-Isquémica Moderada:

Sin embargo, en la vertiente moderada el riesgo de mortalidad es del 3 % y el de minusvalías moderadas o graves oscila entre el 20 % y el 45 %.

Encefalopatía Hipóxico-Isquémica Severa:

Por último, en la vertiente severa presenta una mortalidad de entre el 50 y el 75 %. Prácticamente todos los supervivientes de una EHI severa desarrollan secuelas neurológicas.

 

Reclamación por encefalopatía hipóxico-isquémica

Cuando la EHI deriva de una negligencia obstétrica, la familia del lesionado tiene derecho a reclamar una indemnización. Este tipo de procesos no son sencillos. Como hemos visto, la encefalopatía no tiene por qué deberse a una hipoxia. E incluso en caso de que estemos ante una EHI, podría derivar de antecedentes anteparto y no de la actuación intraparto o postparto.

Además, deberemos acreditar que concurrió una mala praxis por parte del personal sanitario y que se alejó de la lex artis. De modo que llevar adelante una de estas reclamaciones con éxito requiere la asistencia de juristas especializados en Derecho Sanitario y peritos médicos con experiencia en actuaciones obstétricas.

Resumen
Encefalopatía Hipóxico-Isquémica (EHI)
Servicio
Encefalopatía Hipóxico-Isquémica (EHI)
Despacho
Rafae Martin Bueno,
C/ José Ortega y Gasset, 40, 7º Izq,Madrid,Madrid-28006,
Telephone No.+34913199017
Área
Reclamación por Encefalopatía Hipóxico-Isquémica
Descripción
La encefalopatía hipóxico-isquémica señala una serie de síntomas derivados de la falta de oxígeno. Estos aparecen justo después del parto y que pueden derivar en secuelas permanentes. Se trata de una de las dolencias asociadas a la asfixia perinatal, distrés fetal o sufrimiento fetal, todas ellas relacionadas con la hipoxia por la cual es posible reclamar una indemnización por negligencia médica.
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